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Dr. Carlos Centeno.

Catedrático de medicina paliativa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. Director del Servicio de Medicina Paliativa en la Clínica Universitaria de Navarra. Director del Grupo de Investigación Atlantes en la Universidad de Navarra. Centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud para la evaluación del desarrollo de los cuidados paliativos en el mundo.

Una de cada dos personas que fallece se beneficia de cuidados paliativos. Si un presidente de gobierno preguntara qué primera medida adoptar para que más pacientes en su país estuvieran bien atendidos al final de la vida, le contestaríamos que, cuanto antes, todos los médicos y enfermeras cursen una asignatura obligatoria de cuidados paliativos en la universidad. Lo malo es que ni los presidentes ni los ministros preguntan y, por ejemplo, en España, solo uno de cada cuatro médicos aprende en la facultad lo básico de cuidados paliativos; Los enfermeros, solo la mitad.

¿Les importa a los estudiantes la educación en cuidados paliativos? En un estudio realizado recientemente en varias universidades que enseñaban cuidados paliativos, los estudiantes de medicina nos sorprendieron al afirmar que la asignatura les había ayudado a convertirse y a actuar como médicos. Agradecían los beneficios de adquirir una visión holística del paciente y de aprender a tener en cuenta a la familia. Nos dijeron que la materia les hizo reflexionar sobre su desarrollo personal y los animó a profundizar en los aspectos humanos de su práctica. Las futuras enfermeras afirmaron prácticamente lo mismo, si bien lo percibían desde un punto de vista más práctico, sintiéndose preparadas para estar junto al paciente al final de la vida. ¿Educar en cuidados paliativos?, ¡Cuanto antes, mejor!